BACANAL EN KARAOKE HIT THE PLAY

Como dice la canción "quién dejo a los perros afuera".  Así salí todo el mes pasado por las diferenes opciones de negocios que dicen que se dedican nada más ni nada menos que al Karaoke.  Si, esa palabra japonesa que significa "kantante frustrado que no lo dejan cantar en casa", o algo por el estilo. Y como sé que hoy en Nicaragua, desde Rivas hasta Chinandega, y desde Corn Island hasta Managua, hay cada cuchitril que le ha metido mano a lo farandulero para promover los "griteríos" en sus changarros, es que valía la pena que el Sabueso, o sea este servidor, todo noblel gentil pero mordedor, se diera una "excursionada" por las principales bares y restaurantes que ofrecen este "novedoso" (disculpen que no pueda dejar escapar una sonrisa) ejercicio de tortura para los demás que no cantan ni las mañanitas pero que luego de una cantidad de tragitos ya no les importa los alaridos de gato maullando de los "artistas" que desfilan una canción tras otra.

    Para quienes aún desconocen de lo que estamos hablando, les diré, que el Karaoke es una actividad en la que por medio de una pantalla, el disque cantante puede observar las letras de una canción escogida previamente y por unos parlantes oye la música. Así que armado de un buen microfono, comienza a gritar, digo a cantar hasta que la tortura finaliza, digo, la música termine. En resumén eso es lo que es. Ahora bien, me fui al segundo piso de un conocido lugar en plaza Galería Santo Domingo, que no quiero mencionar por respeto a la privacidad, aunque ahí venden tacos al estilo tacontento; ricas y deliciosas margarita, al estilo de tacontento, pero en fin, en su segundo piso, ahora por unas escaleritas, se puede acceder a HIT the Karaoke. ¿Se oye caché, verdad?  Ahi, unos pesadotes hombres vestidos de blanco nos dan la bienvenida, casi amablemente, porque lo quedan viendo de arriba pa´abajo, como si uno fuera un taliban o algo así.

   Dicen que la atención es a las 8 p.m., pero al parecer hasta esa hora es que la mayoría de los empleados llegan, así que te dejan un ratito afuera o te invitan a que tomes unos tragitos en el negocio del frente, que ellos tampoco se enojan por la recomendación, pues ya luego de unos minutotes de espera, vamos pa´dentro y ahí, claro rodeado de la majestuosidad de sillitas sin brazos alrededor de unas mesas circulares, pero el ambiente es oscuro y sombrío, con una temperatura baja que congelan los hue..no sean mal pensados, son los huesos, nos adentramos ante la mirada furtiva de todos los de adentro.  Los pequeños televisores rodean el interior, y una pantalla central sobre un escenario invitan a que empezemos con la cantada. Pero...siempre hay peros.  Un moreno, que es uno de los tantos saloneros, con una mirada fría, nos invita a pedir, pero no las canciones, sino la tomada y la comelona; es decir, no piden, no hay cantada.  Como si fueramos novios, se me aproxima a la oreja y me informa que el consumo mínimo es la mitad del salario mínimo. El primer susto de la noche.

     Me encantan cuando anuncian las promociones.  Si quieres un 2 x 1, o menor precio, claro que si, pero vaya a estar de pie cerca de la barra, porque si deseas sentarse en los comodos sillones, hay un mínimo de consumo. Así que no es un HIT THE KARAOKE, sino un HIT EN LA KARA, es decir para lo que no hablan spanglish, un "golpe en la cara".  Bien, en la oscuridad conté los pesitos que llevaba y le pregunte a mis acompañantes si traían algo más que las polillas de los bolsillos, y pensamos que podíamos por lo menos llegar al mínimo y después de ahí tragar saliva.  Al fín, después de media hora desde que llegamos, nos informan que el todopoderoso Dj, ya está contento y animado, y se apiadara de nuestros ruegos de que llegabamos a cantar, y nos va a complacer programando 2 de nuestras 20 canciones escritas en un pedacito de papel que nos compartieron, luego de que la media botella de ron flor de caña "gran reserva"....reserva la que tenían en las bodegas, que nadie pide esas botellas, porque el resto de público que llegaban, se la llevaron a puras cervezas. 

       Comenzamos la cantada a las 8 y 45 p.m., ya casi sin entusiasmo alguno, más que el compromiso de haber pagado el consumo mínimo. Así que como sabueso dormilón, me pellizque un gluteo para cantar. Ya a esa hora, como que todos lo sabían, comienzan a llenar el gallinero.  Era un desfile de modas, chicas con tacones altos, más altos que escaleras y ropa de diseño, pero de diseño nicaraguense. Los chicos como siempre bien perfumados para engañar el hedor del día y con las manos dentro de los bolsillos para rascarse las bolinchas y casi hombres y mujeres con buena disposición a la bebida más que a la cantada. Luego, a esperar que el orden de la cantada permita que cada mesa tenga su oportunidad, incluyendo, aunque ustedes no lo crean los mismos empleados. Ah, si, claro que si.  Parte del salario y compromisos del patrón, tienen derecho a que la bartender o los saloneros, expresen sus dotes artísticos, aunque no tengan que consumir nada.  Si algún cliente protesta, seguro lo van a abuchar, porque es falta de su parte pretender ejercer su derecho de cliente, quien paga por llegar a cantar y no ver cantar a los empleados. Dios guarde. Así que si llegan, aplaudan a los futuros Justin Bieber y Selena Gómez. 

         Bien, los segmentos de bailes, porque aunque no hay pista de baile, cualquiera puede levantarse de su lugar y ahi mismo a la par de los asientos darle al danzón, son muy animados, tienen música del último momento. Me encanto Party Roch Anthem, que aunque casi me quedo sin rodilla, tropezando con los asientos circulares y sin respaldar, me permitieron creerme john tresvueltas.  De pronto como si fuera holloween, desde un rincón del escenario comenzó a salir humo, que mi acompañante se alteró, la pobre, creía que el changarro se estaba incendiando, y no, a la mejor discoteque de New York, la neblina que no puede faltar para ahogar a los asistentes, inundaba poco a poco el lugar, ante la tos de algunos. Algunos hasta la aspiraban para entrar en calor y onda. !Qué buena rola! gritaban entusiastas.  Al fin, el licor se acabo y el dinero también. Así que como a las 10, como si fueramos gallinas, salimos al ritmo de una maravillosa música de regeton, e hicimos la salida ritmica...bailando hasta la puerta, mientras los cuerpos esculturales de unas morenas y otras chicas que parecían más de secundaria que universitarias, nos despedimos de este negocio que se anuncia como especialista en Karaoke.   

     Básicamente, les falta "feeling" a los empleados, en la atención.  No hay que atender solo a los VIP´s, sino a quienes jamás llegan por ahí, pues no olvidemos que los VIP, una vez fueron los ocasionales.  El que atiende la puerta es el primero en dar la cara del local, debe ser una persona amable con hombre y mujeres, sin que lo crean Gay.  La cortesía no quita lo valiente decía mi abuela, que en paz descanse la bandida que allá arriba debe seguir bailando. Luego, alguien debe ubicar a las personas con una amabilidad sin precedente haciendolo sentir como su segunda casa.  Esto es un tip para los empresarios: No se les debe recordar al visitante que debe consumir, que eso ya esta bien sabido, como dicen los de montaña adentro. Nadie va a visitar el decorado ni las caras largas de los empleados, sino que van a divertirse, y solo canturrear da mucha sed, creánme. Así, que si son un negocio de KARAOKE, concentrense en que el primero que llegue, comience a cantar, porque ese es el chiste.  El cliente siempre es el rey, no el Dj. Éste les quita dinero en su salario, mientras que el cliente les lleva el dinero para seguir manteniendo el negocio. Y esto fue una verdad a voces según Adan Smith y Steve Jobs. Un cliente de un centavo es tan valioso como el de 100 dólares. El primero volvera muchas veces, el último quién sabe. La ley del volumen, se gana más en cantidad, y sobre todo una sonrisa es gratis y provoca muchos resultados satisfactorios en el visitante.

       El Sabueso estuvo encubierto y los visito, y no crean que no volvere en un rato sin aviso alguno para ver si han realizado alguna variación de este comentario. Guau, Guau.  El puntaje actual es de 7.5.  Sin embargo, hay que reconocer honor al que honor merece, pues este lugar asignó un espacio al aire libre en una esquina del negocio que se accede por unas puestas de cristal para que quienes deseen fumar, lo hagan sin privar de un buen aire a quienes no lo hacemos, por lo que los felicitamos por esa iniciativa, que ojala todos pudieran emular por el bien de los pulmones del resto de los visitantes.