DINER EN MANAGUA

Bueno, como lo prometimos, esta semana hemos aprovechado el aniversario de Diner, y los visitamos con la jauría.  El lugar ubicado en un centro comercial sita en kilometro ocho de la carretera Sur, es una recreación del estilo antiguo americano de los años 50, con un toque personal de sus propietarios en el mejor arte vanguardista.  La pared sur está decorada con los viniles de la música que en su oportunidad deleitó a grandes y adultos de épocas pasadas.

   Bien, para empezar, fue curioso que hay más personal que mesas, por lo que la atención es más personalizado, aunque un poco distante en cuanto a la relación con la clientela.  La carácteristica principal es que se debe tomar en consideración que el menú esta completamente en Inglés, por lo que deberás pedir auxilio para traducción del personal, salvo en aquellas que se acompaña de una fotografía.

   Tratamos de solicitar información sobre los ingredientes de algunos de los elementos con que se elabora los productos del menú.  Y se determina que los saloneros no manejan referencia sobre ello, lo cual nos dejo la tarea de probar directamente los sabores de los alimentos y bebidas.

   Primero, solicitamos bebidas gaseosas, o como se conoce más en los estados unidos, las sodas. Coca cola, fanta naranja y una Ginger ale.   De ello no hablaremos porque ya son conocidas por todos, salvo la última que ha salido del mercado y solo en algunos supermercados, es factible encontrar, por ello nos agrado que estuviera en el menú.  Lo que hubieramos deseados, rodeados de la atmosfera americana, que parte de la lista de bebidas, el rootbeer, o el cherry, fueran parte del repertorio.  En broma le preguntamos al chico que nos atendió y desafortunadamente desconocía de lo que hablabamos.

   Llegado el momento crucial, no podíamos desaprovechar la oportunidad de pedir una bebida más carácteristica del mundo del rock and roll:  los shakes, o batidos.  Salieron milk shakes de vainilla y los sundaes. En este hay de dos bolas de helado o de tres, varía por el precio, no por el tamaño.  Para los golosos y quienes gustan de lo dulce, disfrutaran la garganta cuando la textura del helado enfríe el paladar, guau, guau...me encantó.  Preguntamos sobre el chantilly, si era casero o industrial, y la respuesta era que venía en lata. Se entendió que viene directo del supermercado.


   En la época de los 50, muchas heladerías en los Estados Unidos, eran artesanales, es decir, que los negocios competían en fabricar su propio helado en tabiques de madera o metal, con diferentes sabores, a diferencia de hoy, que los helados se elaboran en grandes empresas. Nuestro guía en este viaje, un genuino terrier americano, nos remitía en la maquina del pasado a esas maravillosas épocas, de los patines y los vestidos cortos, en el que los discos de 33 r.p.m, privaban en las sodas de la juventud americana.

    Llego el anhelado momento de solicitar la comida rapida, denominada "junk".  Así que probamos tanto la hamburguesa, como el hot dog.   La primera Cheese burger con bacon, y el chilly dog.   En la hamburguesa, las papas eran tipo tejanas, grandes, voluptuosas, mientras que el acompañamiento del chillydog, eran las clásicas fries potatoes, o papas a las francesas.  Los tamaños son medianos, a pesar que nos fuimos por lo grande del menú y no por el tamaño infantil. Para quienes no saben, el chilly, es una exquisita salsa picante con carne molida, inventada en el medio oeste norteamericano.   Algunos gustan añadir frijoles rojos.  Se me hizo agua la boca.


    Se debe destacar en honor a la verdad, que la joven propietaria de Diner, se toma el tiempo para saludar a la clientela.  Con unos hermosos ojos cafe avellana, y una sonrisa agradable, nos consulta si todo esta Ok.  Y la jauría a puro ladrido respondió que guau, guau, guau, que en nuestro idioma perruno, es un super ok.  Aplauso a la señorita por esa gentileza y fineza de su parte, que aún no habíamos notado en ningún establecimiento. Se nos olvidó preguntarle el nombre ( y el número de telefóno).

     Ya con las barrigas llenas, y uno de mis secuases pidió un vaso de agua, todavían querían una taza de cafe y un pie de manzana.  Que bueno que ya habíamos reunido efectivo para gastar sino hubieramos tenido que lavar platos. El tiempo parecía de chicle, pero teníamos que retomar nuestra senda de los viajes a nuevos lugares.   El espacio es agradable, muy higienico y limpio, pero poca interacción del personal, no en el sentido de que acosen a la clientela, sino en que se muestren más atento, ya que en dos ocasiones tuvimos que levantar las "garras" para que pidieran nuestra orden.


      Este día en Diner, lo coronamos con un 8 de nota, y tres ladridos de 5, en consonancia con nuestra apreciación y percepción del ambiente, servicio y calidad de los productos.  Así que con agrado recomendamos que en sus próximos paseos, consideren darse una vuelta por Diner, y disfrutar de los platillos americanos que ellos brindan, retornando a la era de Elvis, de Janis Joplin, o simplemente de Vaselina, con John Travolta y Olivia Newton-John, pero con el detalle de estar en Managua, Nicaragua.   Hasta la próxima, guau, guau.

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